Luminescent (SC)

martes, 10 de noviembre de 2015

Amuletos – (Mjölnir) El Martillo de Thor


El Martillo de Thor es uno de los elementos y amuletos más conocidos de la Mitología Nórdica, ampliamente difundido en nuestros días es vastamente conocido por su forma. Pero son pocos los que conocen el origen y la utilidad del martillo Mjölnir.

Amuleto Mjölnir de bronce

La historia empieza, como es habitual en la mayoría de regalos de la mitología nórdica, con Loki como protagonista. Loki, el más artero de los dioses, cortó los cabellos a Sif, esposa de Thor; por lo que éste último no tardo en enfurecerse, persiguiendo a Loki y llegando casi a causarle la muerte, lo que habría conseguido si Loki no le hubiera prometido que a Sif le crecería de nuevo el pelo, esta vez de oro.

Así fue como Loki tuvo que acudir a los elfos oscuros. Encargó a los hijos de Ivaldi, seguro de su gran renombre, que labraran el regalo para Thor, así como otros para Freyr y Odín (Wotan). Pero la vanidad de Loki le llevó a presumir de que las artes de los hijos de Ivaldi podían superar con creces a las de cualquier enano (los seres más dotados para las manufacturas).


Dos hermanos, Brokkr y Sindri, aceptaron la apuesta; pues Loki se había jugado su cabeza en ello. Se pusieron a trabajar y emplearon piel de cerdo para el regalo destinado a Freyr, oro para la de Odín y Hierro para la de Thor. Tuvo, entonces, Loki miedo de perder su apuesta y, poco dispuesto a dejarse ganar, entró en la herrería de los enanos convertido en mosca; para picarles y provocar fallos en su obra; pero nada consiguió con ello.

Los regalos de ambas partes fueron espléndidos. El primero en presentarlos fue Loki, que regaló a Odín la lanza Gungnir; que podía alcanzar cualquier objetivo que se propusiera por difícil que fuera. A Thor le regaló la cabellera de oro prometida para su esposa Sif; y a Freyr el barco Skídbladnir que tenía la capacidad de poder albergar a tantos como fuera necesario, hacer que el viento soplara siempre a su favor y plegarse hasta poderse guardar en un simple bolsillo.

Los Ases quedaron maravillados, pero era el turno ahora de Brokkr. El enano regaló a Odín el anillo Draupnir, un anillo de oro del que cada noche surgían otros ocho del mismo valor. El regalo para Thor fue Mjölnir, el martillo, que podía golpear con tanta fuerza como fuera necesario, que podía cambiar de tamaño a voluntad, y que podía ser lanzado sin miedo a errar el objetivo teniendo el mismo la capacidad de volver a su portador por sí solo. Finalmente a Freyr le regaló un verraco con grandes capacidades. Era el animal más veloz sobre la tierra y podía incluso correr por los cielos y los mares si era menester. Alumbraba, además, a su paso toda oscuridad, por densa que pudiera ser.


Los dioses juzgaron que el mejor regalo era, sin duda, el martillo Mjölnir que el enano Brokkr había traído a Thor. No solo era espectacular, sino que les permitiría ganar la guerra contra los Gigantes de la Escarcha; una guerra que ya se prolongaba demasiado.

Dieron entonces a Loki por perdedor y reclamaron los enanos su premio, la cabeza del dios. Sin embargo, Loki huyó y, cuando fue alcanzado, usó sus tretas para convencer a los enanos de que le dejaran la cabeza en su sitio. Pero Brokkr, ofendido aún con todo, usó la correa llamada Vartari para coser los labios de Loki y evitar que éste volviera a mentir.

El origen etimológico de la palabra Mjölnir no está demasiado claro en profundidad; pero si que se pueden adivinar sus orígenes. Mjölnir significa "demoledor" y hace referencia a la capacidad de pulverizar del martillo. Está relacionado con el verbo islandés mölva (aplastar) y mala (moler). Palabras similares, todas provenientes de la raíz protoindoeuropea melə se pueden encontrar en la mayoría de las lenguas europeas, e.g. las palabras eslavas melvo (demoler) y molotu (martillo), la holandesa meel (moler), la rusa Молот (molot - martillo), la griega μύλος (mylos - molino), las palabras latinas malleus(martillo) y mola (molino) y las inglesas meal (moler), mill (molino) y mallet (mazo). Se ha sugerido también que el nombre aparte de reflejar los fabulosos poderes de Mjolnir también podría aludir a la naturaleza agricultora de Thor, ya que en sus comienzos era una divinidad adorada por agricultores. Una teoría alternativa sugiere que Mjolnir podría estar relacionado con la palabra rusa молния (molniya) y la galesa mellt (ambas traducidas como "rayo"). Esta segunda teoría se relaciona con la idea de que Thor era el dios del trueno, por lo cual podría haber usado rayos como su arma.


Así pues, el poderoso Martillo de Thor (Mjölnir) es un amuleto que va a cumplir dos funciones principales, derivadas tanto de su etimología como de su empleo en la mitología.

La primera función es la de otorgar fuerza y vigor contra los enemigos. Llevar colgado el Martillo de Thor va a favorecer que nuestros enemigos caigan ante nosotros, pues nos otorga la fuerza necesaria.

En segundo lugar también es un amuleto de fertilidad. Una fertilidad que no se refiere solamente a la capacidad sexual, sino también material, mental y espiritual. El Martillo de Thor es bueno cuando deseamos hacer que algo prospere, ya sea un trabajo, una idea, un proyecto, un matrimonio, etc.


Aunque no se detalle, este amuleto también otorga vigor y fecundidad por lo que es excelente para mejorar las relaciones sexuales; especialmente masculinas, aunque también femeninas.

Este amuleto gozaba de gran difusión en la antigüedad y la edad media entre los pueblos nórdicos. Son muy numerosas las reproducciones que de él se han encontrado en todo tipo de materiales, y aunque Thor fuera un dios eminentemente aclamado por las clases populares, también las clases altas solían lucir el martillo como amuleto.

Si buscamos su relación con la fertilidad, recordaremos que Thor es una divinidad de la fertilidad agrícola. Su fuerza, su más famoso atributo, es el vigor de la tierra y los truenos (no rayos) y sus efectos, los rayos, son causados precisamente por los golpes de Mjölnir.

Thor siempre luchaba con éste fabuloso martillo y se decía que allí dónde sonaban los truenos estaba él en alguna de sus empresas contra los enemigos de los hombres y del Asgard.

Precisamente la función protectora del martillo, contra los enemigos, se deriva del otro aspecto del dios. Thor, hijo de Odín, fue nombrado por su propia voluntad como el Defensor de la Humanidad.

Así pues, el martillo es un poderoso amuleto con grandes virtudes para aquél que quiera llevarlo colgado; pues debe llevarse preferiblemente colgado. No obstante, también podemos tener representaciones del mismo en materiales varios como decoración en la casa; siempre que sean naturales.

El Martillo de las Brujas o Malleus Maleficarum


A fines de la Edad Media, se produjeron en Europa cambios muy profundos en todo tipo de acontecimientos, ya sea sociales, como religiosos, políticos o económicos. Se estaban descubriendo nuevas tierras y las ideas se multiplicaban rápidamente gracias al invento de la imprenta.
En ese contexto nació uno de los libros más malditos de la historia: El Martillo de las Brujas o Malleus Maleficarum.


Este libro fue un compendio escrito por dos monjes inquisidores, Heinrich Kramer y Jacob Sprenger y se convirtió rápidamente en el tratado más siniestro para incrementar la histeria y la persecución de mujeres consideradas malditas, asegurando en él que a sus autores les habían sido otorgados poderes especiales para procesar brujas en Alemania.

En esa época la iglesia creía en su existencia y el Papa Inocencio VIII colaboró en la lucha para hacerlas desaparecer.


El libro se publicó por primer vez en Alemania en 1486 teniendo decenas de ediciones y ganando pronto los mercados de varios países de Europa, causando un profundo impacto en la caza de brujas durante, por lo menos, dos siglos.

El libro está dividido en tres partes. La primera busca probar que la hechicería y las brujas existen, detallando cómo actúa el Diablo, con el permiso del mismo Dios que  intercede para que eso ocurra, a cambio de males mayores. Allí explica que las mujeres, por ser más débiles son más proclives a la tentación de Satanás, marcando una notable misoginia, ya que afirman su lujuria, el deseo sexual constante y la lascivia femenina.


La segunda parte explica las formas de brujería, cómo se lanzan hechizos, cómo llega el mal y como podría prevenirse, mientras que la tercera parte del libro detalla cómo enjuiciar, detectar, condenar, sentenciar y aniquilar las brujas. Ven la tortura de la mujer sospechada como algo natural y sostienen que el rumor público es suficiente para llevar a una mujer a juicio, previo paso por la sala de torturas. Si su defensa es demasiado efusiva, es una prueba que el defensor también está embrujado y merece pena similar o peor, lo cual dejaba prácticamente sin defensa a la acusada primaria.

El maldito libro Malleus Maleficarum fue un compendio de relatos y creencias que venían desde antaño, tales como el vuelo de las brujas sobre escobas, realización de maleficios, pócimas y sacrificios humanos y colaboró ampliamente para ser el caldo de cultivo en la persecución de miles y miles de inocentes mujeres sobre las cuales se volcaba una pequeña sospecha.


El libro de Kramer y Sprenger salió justo antes de la Reforma Protestante y fue una de las publicaciones  más populares entre los reformistas que estaban esperando algo para sacar el “mal” de sus países.  Entre 1487 y 1520 se publicaron 20 ediciones del libro y pocos  después 16 ediciones más, provocando por si mismo, decenas de años de cacerías de brujas, muertes, lapidaciones, torturas y violaciones de miles de inocentes que vieron caer sobre sus cabezas la sombra de la sospecha.