Luminescent (SC)

domingo, 20 de marzo de 2011

CAMINO A LA SABIDURÍA



Un joven se encontraba animado por seguir el camino espiritual, pero no lograba dominar sus impulsos al ser ofendido. Siempre que alguien lo insultaba, él respondía con gesticulaciones violentas y con palabras ofensivas.
Su querido maestro, un experimentado abad que lo cuidaba desde niño, le aconsejó:
- A lo largo de un año, cada vez que algún hermano te ofenda o te discrimine, haz de responder la afrenta con una sonrisa y con un discurso de optimismo.
Asimilado el consejo, el joven intentó cumplirlo con fervor y sinceridad. Siempre que era insultado, respondía con una alegre reverencia y con diferentes versos amables, lo que permitió que al paso de un tiempo, el pueblo se haya acostumbrado a sus ingeniosas respuestas.
Pasado el año, el muchacho regresó donde el abad.
- ¿Quién se supone que eres, muchacho?
- No me recuerdas maestro, soy yo, tu joven aprendiz.
- Yo nunca he tenido un menudo flaquito como discípulo.
- Siempre lo has tenido, solo que ahora mi alma se adueñó de mi barriga y se comió mi corazón.
El abad sonrió de inmediato, apreciando la capacidad del discípulo para responder la ofensa y le dijo:
- Quien aprende a sobrellevar los insultos, incluso de las personas que ama, está en el camino de la sabiduría y de la espiritualidad

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