Luminescent (SC)

miércoles, 18 de abril de 2012

EL MAESTRO INTERNO Y SU MANIFESTACIÓN


El maestro interno se manifiesta de diferentes formas al estudiante de esoterismo apareciéndose a través de imágenes o presencias que pueden tener determinadas características.

Es interesante saber que el maestro es lo que somos en realidad pero que por nuestra forma de pensar tiende a manifestarse de manera que nuestra mente, a través del traslúcido de la imaginación, puede traducir a nuestro entendimiento cotidiano.

La idea de que el maestro está allá y nosotros estamos acá, esa división entre superior e inferior o cielo y tierra no es más que una apreciación intelectual aprendida, una deformación.

El maestro es la realidad interior profunda y suele manifestarse pero la mente le da una forma para comprender, esa es la actividad del sephirah Yesod, que traduce de acuerdo a nuestra necesidad. Entonces vemos aparecer un ser con determinadas características: ropas de tales colores, anillos, báculos, espadas, túnicas, color de piel, estilo de vestimenta de determinada época o cultura, un nombre, etc.

Todas esas cualidades sirven para identificar nuestra fuerza personal, nuestra magia particular. Un rayo étnico, es decir una cualidad vinculada a una etnia determinada de un tiempo histórico preciso, lo cual nos informa de una existencia anterior en la cual logramos extractar de nuestra personalidad humana los mejores valores concientivos. Por eso se dice que tal maestro es del rayo egipcio, del rayo maya, del rayo oriental, del rayo árabe, del rayo chino, nórdico, celta, atlante, etc. Esto nos ayuda a hacer una especie de “enganche” espiritual en busca de volver a sentir esas fuerzas en nosotros. Recordemos que no hay un tiempo en el mundo del ser, todo está a la vez y en todos los tiempos.

En la medida que vamos armando el rompecabezas de lo que somos podemos entonces fortalecer nuestra energía interior a través de estas visiones. El maestro está vinculado también con uno de los siete rayos que por ser compuestos los pongo así: Política, Fuerza, Poder; Amor, Sabiduría; Inteligencia, Acción, Mente; Arte; Enseñanza, Ciencia, Medicina, Conocimiento; Caridad, Compasión, Organización; Transmutación, Ley, Magia.

Asimismo nuestro maestro interno es hijo de un Logos, el Glorian o Cristo Interno, Logoi íntimo, como vemos en el grabado. Ese Logos también tiene un nombre que representa nuestra rayo mayor del cual descendemos.

Es importante aclarar que todas estas cosas que decimos sirven para comunicarnos pero que la realidad del ser supera el intelecto y las conceptualizaciones. En definitiva este es un lenguaje para explicar algo que está más allá del lenguaje.

Muchas veces el maestro aparece como guerrero, con espada y escudo, vestido de ciertos colores y con ropa egipcia, por ejemplo. Entonces puede estar significando que es un maestro del rayo de la fuerza y del rayo egipcio. Otras veces aparece con cara de chino, con ciertas plantas en la mano y cierto atuendo, puede querer decir que es del rayo de la medicina y del rayo chino. De manera que toma una imagen que sea representativa de su energía esencial, su cualidad personal. Aparece tanto hombre como mujer porque es la energía que tomó más fuerza en la última encarnación en la que se realizó. No es que sea hombre o mujer, sino que manifiesta más una de las polaridades.

A través de todos estos detalles él se manifiesta para que el estudiante se “encante” y de esa manera logre sentir su real fuerza interior. Lástima que muchos con estas cosas se autoproclaman iluminados y cosas por el estilo no entendiendo que es el comienzo de un camino y no el final.

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